Maranalón

Mi decimocuarta Maratón ha representado mi primer abandono, pero no fracaso. No pude terminar la prueba y me enfrenté por primera vez a una sensación de tocar el límite de mis fuerzas.

Me desperté como siempre con tiempo suficiente para desayunar y llegar a la salida con holgura. La lluvia se despertó conmigo, una gran tormenta precipitaba el agua sobre Rioseco y con ella la posibilidad de correr mojado y con frío. Nada de eso ocurrió: dejó de llover sobre el disparo de la salida y el sol asomó tras las montañas.

En la salida del Maranalón cerca de 200 atletas, y por delante un recorrido espléndido que en sus primeros 13 kilómetros transcurría por el Parque Natural de Redes. Después el recorrido seguía paralelo al curso del río, en sentido descendente hacia Langreo, con pequeñas incursiones en los pueblos del recorrido.

Hasta el kilómetro 25 pude seguir el ritmo previsto y a partir de aquí éste fue en decadencia. En el 30 empecé a notar síntomas de deshidratación. Los avituallamientos eran insuficientes y me notaba peor cada kilómetro. En el 35 me encontraba mareado, sin sudor y la piel fría; mi temor era un golpe de calor con lo que decidí seguir caminando hasta el final. En el 36 mis piernas se paralizaron. No pude continuar y decidí retirarme.

Para mi representa una gran decepción, pero creo que opté por lo correcto.

La carrera la ganó el atleta de Kenia, Hosea Kosgei invirtiendo un tiempo de 2h 19 min 21 seg.

La clasificación la podéis consultar aquí.

También disponéis de las fotografías que tengo de la prueba aquí.